Indicadores en la metodología lean Manufacturing
Todo lo que necesitas saber sobre un indicador de mejora continua
En la imagen se puede ver un ejemplo de un indicador, en este caso es un OEE muy utilizado en las fábricas con grandes equipos de maquinaria. Si quieres descubrir qué es y para que sirve un indicador sigue leyendo.
Qué es un indicador de mejora o KPI
Estamos rodeados de indicadores, por todos sitios, en casa, en el trabajo, en el coche, en las cosas cotidianas… Así que empecemos en primer lugar mencionando algunos indicadores que podemos encontrar en nuestra vida diaria.
En un coche podemos encontrar el indicador de velocidad, o el de revoluciones, o la temperatura del aceite, en casa podemos tener una báscula donde vemos nuestro peso, podemos ver la temperatura en el termostato o los minutos que quedan en el microondas para calentar la comida, también nos indican los smartphones los pasos caminados al día, o las calorías quemadas, o km recorridos en bicicleta.
Entonces, ¿qué es un indicador?
Los indicadores son información en forma de datos, es decir, nos informan de 3 cosas, dónde estaba, donde estoy ahora, y donde quiero llegar.
Hablando de indicadores de la mejora continua es necesario disponer de estos para medir, porque si no se mide no se puede mejorar, así de simple. Necesitamos los indicadores para ver la evolución, si no los tuviéramos no podríamos valorar el avance o retroceso.
Objetivo de un indicador
Qué objetivo poner
Ante todo ese objetivo es un valor y se obtiene de los datos que se analizarán previamente para calcularlo. Primeramente cuando se lanza un nuevo indicador hay que estudiar los datos del pasado, es decir, el histórico. Hay muchas formas de poner un objetivo, veamos algunas:
- Subir un 15% a la media obtenida de las semanas del último año.
- Poner la media de las 6 mejores semanas del último año.
- Subir un 10% a la media de las 10 semanas del último año.
Cuando se trata de poner objetivos los criterios son infinitos, puedes analizar el objetivo que se obtiene con cada método y escoger el que más se adapte a tu organización, eso sí, es imprescindible adoptar el mismo método para todos los indicadores.
Cuando el indicador es nuevo y no se dispone de un histórico, lo mejor es esperar a tener datos de unas cuantas semanas para poder elegir un objetivo adecuado, pero en el caso de que se quiera empezar cuanto antes se lanzará sin objetivo y se pondrá tiempo después cuando se tengan suficientes datos.
Para qué sirve un indicador
¿Para qué queremos ver estos datos? Para valorar la cantidad de desperdicio.
Todo lo que falte para llegar al objetivo es la cantidad de desperdicio que hace que no se alcance al objetivo. Por eso cuando un dato aparezca en la zona roja o en la zona verde no diremos si es un dato bueno o malo, simplemente diremos si ha alcanzado o no el objetivo.
Un dato puede estar en la zona roja pero tener una evolución ascendente y positiva por tanto aunque signifique que esa semana no se llegó al objetivo y queda mucho por hacer y hay que valorar el esfuerzo y celebrar que se van consiguiendo poco a poco resultados.
Cada vez que se reúna el equipo para hablar de un indicador solo habrá que hacerse dos preguntas:
¿Qué ocurrió en el día de ayer / semana pasada que hizo que no se llegara al objetivo?
¿Qué ocurrió el día de ayer que hizo que se llegara al objetivo?
Entonces se denunciarán todos los desperdicios, problemas o cosas que afectaron que hicieron que se llegara o no al objetivo.
Esta pregunta es muy poderosa y es necesario hacerla correctamente sobre todo para no crear malentendidos en el personal del equipo, ya que los colores rojo y verde y asustan por naturaleza y tendemos a pensar que rojo malo y verde bueno. Además si somos realistas lo que se busca es el rojo para hacer su pregunta y que salgan a la luz los desperdicios que solo los equipos conocen, se trata de llegar al verde poco a poco. Si al empezar a funcionar un indicador se empieza a salir en verde muy pronto eso solo significa una cosa, que hemos puesto mal el objetivo.
Indicadores visuales